viernes, 18 de mayo de 2012

Financiación de la educación superior

Financiación de la educación superior

Cuando se habla de mejorar la calidad y eficiencia de la educación universitaria es tema recurrente la financiación de la educación superior, las universidades gozan de autonomía y por ello es importante diseñar mecanismos que permitan armonizar los intereses del estado con los de las autoridades de las instituciones de educación superior.

Financiación en Latinoamérica

La mayoría de los gobiernos latinoamericanos transfiere fondos a las universidades estatales sobre la base de los montos que estas instituciones han recibido los años previos. A estos montos se les adicionan los aumentos dispuestos cada año por el gobierno para el sector universitario. Entre un 80% y 90% de estos fondos públicos se destinan al pago de salarios para el personal docente y administrativo (Rivero, et al.2008).

Los gobiernos no emplean criterios objetivos para distribuir el presupuesto público entre las universidades estatales, este mecanismo es llamado usualmente “inercial” o “histórico” (Albrecht y Ziderman 1992, Salmi y Hauptman 2006).

Entre las principales desventajas del sistema “inercial” o “histórico” es la falta de transparencia en la determinación de los montos que corresponden a cada institución, dado que no existen criterios objetivos de asignación. (Albrecht y Ziderman 1992).

Programas especiales

Los gobiernos a fin de incentivar la eficiencia y calidad llaman a concurso de meritos para acceder a fondos que a diferencia de las transferencias llevan la condición para las universidades de accionar de acuerdo al pliego de bases y condiciones del llamado. Existen muchos ejemplos del uso de este tipo de procedimiento en América Latina: el Fondo para Mejoramiento de la Calidad (FOMEC) y el Programa de Incentivo para los Docentes-Investigadores en la argentina (Garcia de Franelli 2005); el Programa de Reestructuración y la Expansión de Universidades Federales (REUNI) en Brasil; el Programa para el mejoramiento de la Calidad y la equidad de la educación Superior (FOMES).

Respecto al financiamiento de la investigación la práctica de concursar por los proyectos para acceder a fondos públicos es de antigua data en esta actividad. La novedad en tal sentido en los últimos años ha sido la multiplicación de líneas de financiamiento que apuntan a incentivar la vinculación con el sector productivo. (Ana García de Fanelli 2010).

Fuente: La Universidad ante los desafíos de la Educación Superior – Mecanismos de financiamiento de los gobiernos a las universidades latinoamericanas: Innovaciones en el área. Ana García de Fanelli - 2010.

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