miércoles, 5 de septiembre de 2012

La contribución de la educación superior al desarrollo sostenible: El camino a seguir

La contribución de la educación superior al desarrollo sostenible: El camino a seguir

Todo hombre toda mujer forman parte del desarrollo sostenible desde sus puestos y categorías en la sociedad. Dicho proceso requiere que cada uno de ellos adquiera las habilidades para afrontar las difíciles situaciones de cambio y de incertidumbre, la presencia de una gran cantidad de agentes implicados, los conflictos de intereses y los grandes obstáculos creados por el interés personal y la visión a corto plazo a todos los niveles. El desarrollo sostenible no aparece por si solo, sino que debe propiciarse mediante análisis y objetivos a largo plazo. Para ello, la educación superior debe desempeñar un papel doble: ha de proporcionar a los licenciados la actitud, los conocimientos y las habilidades necesarias para conducir este proceso, y también tiene que desarrollar y aportar el conocimiento que contribuya a la investigación y desarrollo sostenible.

Las cualidades básicas que se exigen a los graduados son una educación sólida en su disciplina, la capacidad de situar su disciplina, la capacidad de situar su disciplina en el contexto de desarrollo sostenible, y la actitud y las habilidades para colaborar con otras disciplinas y agentes claves “no científicos”. El desarrollo sostenible no es una especialidad independiente, sino que debe integrarse en todas las operaciones, actividades y departamentos.

Todos los titulados deben ser capaces de ejercer su profesión en unas condiciones (futuras) de desarrollo sostenible. Sin embargo, muchos profesores no han recibido una formación que permita cumplir con estas exigencias. Solamente una minoría se ha preparado en este ámbito. Asimismo, el sistema de desarrollo profesional y la organización disciplinaria de la ciencia dificultan el desarrollo de competencias científicas para el desarrollo sostenible.

La integración del desarrollo sostenible en la educación superior exige un replanteamiento de todo el sistema educativo, así como de sus valores y de sus normas. Sobre todo, cabe esperar que los consejos de administración de las instituciones de educación superior reconozcan la necesidad y la urgencia del desarrollo sostenible, estén convencidos del papel de la educación superior en el desarrollo sostenible y apoyen iniciativas para integrar el desarrollo sostenible a la educación superior. En un marco de visión de futuro y estrategia, los planes de estudios y las condiciones de graduación deberían adaptarse a las nuevas realidades y deberían desarrollarse formas, métodos y recursos de educación adecuados.

El proceso de aprendizaje del desarrollo sostenible es una empresa común e interactiva, se espera que las instituciones de educación superior tomen la iniciativa como agentes del cambio. La educación superior del futuro, en calidad de agente clave que configura el proceso de desarrollo sostenible junto con otros agentes implicados, puede satisfacer la exigencias de la sociedad en cuanto al desarrollo sostenible de las siguientes formas: a) mediante la educación de los graduados; b) contribuyendo al aprendizaje permanente (para el desarrollo sostenible) en el aprendizaje permanente (para el desarrollo sostenible) el aprendizaje formal e informal y las actividades de formación y participando en los procesos de cambio.

Para que esas opciones se puedan llevar a la práctica, las instituciones de educación superior deben desarrollar perspectivas y estrategias. En dichas estrategias las instituciones de educación superior deben aliviar la tensión entre la rendición de cuentas, que a menudo provoca la toma de decisiones a corto plazo, y la flexibilidad, que es fundamental en un proceso de cambio. En la educación superior, la dependencia de la burocracia debe conciliarse con las ventajas que ofrece un centro para la creativida.

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