martes, 5 de junio de 2012

Misiones básicas de la Universidad

Misiones básicas de la Universidad

En la época contemporánea, la misión docente de la universidad es una de las principales responsabilidades. El objetivo es educar a las personas para que trabajen de manera eficaz en un mundo cada vez más tecnológico; es decir, proporcionar las habilidades técnicas para un creciente número de empleos y profesiones que requieren unos conocimientos sofisticados, y una educación que inculque la capacidad de pensamiento crítico.

En muchos países se considera que la educación general es, asimismo, un objetivo universitario. La enseñanza ha sido su función básica desde sus principios. No obstante, esta función está ahora más compleja y heterogénea, abarcando desde la educación general para estudiantes de cursos de grado hasta la enseñanza avanzada de los programas de doctorado y la supervisión en los campos más especializados.
La investigación es otra de las funciones básicas de las universidades y se remonta a la creación de la Universidad de Berlín por parte de Wilhelm von Humboldt a principios del siglo XIX. Se ha convertido en el principal valor para las primeras universidades de todos los países y los incentivos académicos y el prestigio institucional de cada uno de los miembros del profesorado se otorgan principalmente en función de la productividad en la investigación.

Preservar y difundir el conocimiento

Incluso en la era de Internet, las universidades acumulan y organizan el conocimiento. Tradicionalmente, las bibliotecas académicas han sido centros para la conservación y la organización del patrimonio cultural e intelectual de una sociedad. Las bibliotecas no solo coleccionan libros y publicaciones, sino que también organizan material intelectual y científico de todo tipo para garantizar su uso óptimo y preservarlo para las generaciones futuras. Las universidades son una alternativa a la creciente comercialización del conocimiento por parte de proveedores de servicios con ánimo de lucro.

Acceso y equidad

Durante casi un siglo, las universidades también han sido consideradas como instrumento de movilidad social; es decir, como una manera para que los individuos obtengan las habilidades que necesitan para mejorar sus ingresos y su posición. Evidentemente, la masificación ha permitido que un espectro más amplio de la población pueda acceder a la universidad. Muchos países e instituciones académicas también han desarrollado estrategias para mejorar el acceso de grupos de población desfavorecidos –minorías raciales, religiosas y étnicas, mujeres o grupos con ingresos bajos-. En los países en vía de desarrollo, siguen sin haberse alcanzado los objetivos de acceso y equidad, mientras que en los países desarrollados, aunque el acceso es generalizado, la igualdad sigue siendo un punto problemático.

Fuente
: La Educación Superior en tiempos de cambio. Nuevas dinámicas de responsabilidad social. Síntesis de los informes GUNI la Educación Superior en el mundo – Global University Network for Innovation.

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